1) Para no tener que mentir al día siguiente, ya sea diciendo que no se censó cuando sí se censó, o diciendo que se censó mientras se ocultaba detrás de una cortina.
2) Por sus hijos en edad escolar, para que no tengan que "padecer" el trabajo práctico que les harán hacer. ¿Instruir a los niños para que mientan? ¿Dejarlos decir la verdad, si no estuvieron en casa o no atendieron, y exponerlos a la burla del resto? ¿que no sepan qué decir, porque no vivieron la experiencia?
3) Para no avergonzarse frente a sus hijos, o para no tener que hacerlos partícipes de su ideología. Me imagino a un padre o madre haciendole "shhhh!" a un niño mientras tocan el timbre y nadie atiende. Todos medio agazapados. Ese niño, ¿qué vá a pensar de sus papás?
4) Para que el vecino no se le ría en la cara, riéndose del que no atiende, quedándole la anécdota hasta el fin de los días, "el de acá al lado, que estaba y no atendió", contándolo en el almacén.
5) Para que el/la espos@, que no está muy convencid@ de negarse al censo, no pueda reprocharlo el día de mañana como "Callate, vos, que te negaste al censo del 2010, nab@, qué venís a hablar ahora..."
6) Para que si se vá de viaje a la costa, no le dé verguenza admitirlo si alguien le pregunta.
7) Para que los familiares que no opinan como él, no lo agiten por décadas.
8) Para que si luego lo roban, al menos, tenga la excusa del censista. Que el colmo de los colmos sería no atender al censista, y el mismo día, que le entren a robar. Algo así como la profecía autocumplida.
9) Para sentirse parte de algo más grande que los odios y las broncas. Para sentirse uno más dentro de una sociedad.
10) Para que cuando se publique la cantidad de argentinos que somos, esa persona, que sabrá que él no está en ese número, no se sienta nada, nadie, un ser inexistente, un desaparecido de la realidad por propia voluntad.
Va a existir un número, y en ese número, no estará.
En 2001, fue 36.223.947 millones de argentinos.
Cualquier duda sobre el censo, 0800 999 2367
10 comentarios:
sino le pasará como a mi compañera, que por quedarme durmiendo en el hotel, de puro langa que era, no salí en la foto de grupo del viaje de egresados...hace tanto ya...
viste, esas cosas de las que uno después, cuando deja de ser tan zonzo y madura, se arrepiente.
Todos tenemos alguna, o varias. En mi caso, un viaje que no hice (al cuete, me tendría que haber rechiflado y listo), y ahora no podré hacer nunca. Como arquitecta, yo quería conocer las torres gemelas. Nunca más.
Tambien te sirve para despúes twittear q te censaron y para tratar de convertir al censista a montoneros.
Si tenés tuiter, como no tengo, no rimemos.
No podría, me falta doctrina, conocimientos, imposible.
Mirá, con recibirl@ y convidarle un vaso de agua, yo, feliz.
Otro motivo egoísta puede ser que si el/la censita llega a ser el/la maestro/a de tu hijo/a, la podés verduguear un poco por cómo te lo reta al/la nene/a.
Saludos.
Vos fijate que acá se hizo diferente el censo. A comienzos de este año se enviaron a todos los domicilios unos formularios que había que llenar con la información sobre los que vivían en cada hogar. Sólo después de cierta fecha empezaron a visitar las casas de los que no habían enviado las formas a vuelta de correo para recoger la información directamente. Para fin de julio ya habían terminado con todo.
Te agradezco tu visita a mi blog y tus palabras de aliento.
Eddie
Almita: llegué aquí atraído por su decálogo del bodegón que dejó en el blog "expertos".
Y me encontré con su postura, que asumo correcta.
¿Qué nos pasó?
Te cuento una breve historia, si me permitís.
En mi pueblo (ponele Villa Cualquiera) esperábamos con ansias el censo, porque queríamos tener más habitantes que la "cabecera de distrito" (ponele General Pendorcho).
Festejamos en el 2001... le sacamos como cien de ventaja.
Y desde entonces, las parejas han trabajado duro, para sostener los laureles de la década pasada!
Ricardo: ¡pero cómo no "Srta., no me lo aplace al nene...!". Es más tenía una tía maestra, que siempre era censista o autoridad de mesa, muy chusma ella... y le encantaba enterarse las edades de las otras mujeres que conocía (pueblo era, obvio). Otra es que la censista dé para algo más... ese es un motivo bien egoísta!
Marmaduke/Eddie/Matt: Suena muy efectivo lo que relatás. Todos de visita a Chaperoneando, reapertura a full!!!
AGUSTIN: Llegaste, ya es mucho! y se agradece... ¿qué nos pasó? que muchos están boleados, y confunden pato con gallareta. Comprendo lo de los pueblos, Necochea (ciudad natal) también tenía ese enfrentamiento. Me encanta que las parejas se hayan esforzado en ese aspecto, jejeje... Lo demás, cosa de porteño, la verdad. Saludos y regrese!
¿Un censo hot? Ah, bueno...
¿Ahí cómo se contaría? ¿Uno, dos, tres si le damos tiempo?
Ricardo, dá mucha bronca tener menos habitantes que el pueblo vecino, y bueno, si el resultado dá menos... ¡hay que ponerse a hacer más ciudadanos!
:p
Publicar un comentario