Dice Manuel El Coronel en el blog El Fusilado:
"¿Cómo se explica que esas palabras del dirigente rural a la compañera y conductora la hayan quebrado tanto, la hayan conmovido así? Ni más ni menos que la culpa de "el campo" en aquel conflicto por la 125 que en buena medida parió o terminó de parir al kirchnerismo, de dividir a nuestra sociedad para producir el cambio. No jodamos que ya sabemos cuánto de cosenso tiene el consenso".
Me quedé con ese segmento pues me disparó algo en lo que quiero ahondar y si bien lo disparó Manuel, no era el tema del posteo de él, y no quise invadir su blog.
Conforme pasan las horas, y escucho, y veo, y leo a otras personas.
La culpa es esa parte de la conciencia que nos confronta y nos condena por acciones y pensamientos. La culpa es un rasgo inherente al ser humano que debería ser visto como un don; sin embargo, la mayoría de nosotros no lo ve de esa forma y en lugar de lidiar con la culpa, intentamos silenciarla. La culpa significa que hay una manera correcta e incorrecta de hacer las cosas, eso como "indicador".
Busco lo que quiero decir, y encuentro esta frase que me es funcional: "Odio y temor, pero también amor y sacrificio, anudan el tema de la culpa y su relación con la función del padre, tanto en la neurosis como en la religión. Este es el legado que Lacan recibió de Freud".
Y aquí llegué adonde quería llegar.
Parece que hay culpa en muchos argentinos que he visto, oído o leído en estos días.
Me dá la impresión que mucha gente que se prendió al carrito de tirar piedras y al canto de las sirenas, está sintiendose culpable, está sintiendo que fué como oveja en manada atrás de algo que le decían, y se sumó, por sumarse, porque se rebelaban contra ese "padre" del que hablan Freud y Lacan. (Padre como símbolo, no como padre biológico)
Claro, muerto el padre, la cosa cambia, y hay NECESIDAD de volver a amalgamarse, para poder hacer frente a la angustia. La angustia común y corriente del ser humano y su existencia, la angustia existencial, simple y básica. A algo hay que atarse, unirse, para hacer frente a la angustia (normal y hasta esperable, no una angustia patológica)
Se lee:
"No lo apoyaba y me disgustaba, pero ahora que no está tengo miedo, y voy a apoyar a Cristina".
"No lo voté, y ahora me arrepiento. Por eso fuí a la plaza".
Y no abundo, pero se escuchan palabras de similar tenor.
Vuelvo a la frase que dice lo que quiero decir.
Odio y temor, pero también amor y sacrificio, anudan el tema de la culpa y su relación con la función del padre.
Odio y temor.
El odio fué palpable, y el temor también, aunque insustentable. Un temor medio actuado, fingido, un tanto histérico. Tan mentido que muerto el padre -y no es casual- los "grandes temores pre-censo" desaparecieron de la escena POR COMPLETO.
Ahora, fallecido el padre, ¿cómo dudar del sacrificio? Y sobre el amor, se vió en la gente, en la plaza, en el velatorio, en el camino a Aeroparque.
Manuel dice: "Ni más ni menos que la culpa de "el campo" en aquel conflicto por la 125 que en buena medida parió o terminó de parir al kirchnerismo, de dividir a nuestra sociedad para producir el cambio".
Si la 125 terminó de parir el kirchnerismo, y dividió a la sociedad, esta muerte ha ejercido de engrudo que pega, que une, que compone.
Al Padre se lo imita y se lo venera, o se lo detesta y se trata de ser lo opuesto a él. Todo esto, mientras está vivo. Se pueden alimentar desde fuera estas pasiones, pero sólo con un Padre vivo. Con un Padre muerto, se acabó con quién discutir. Lo que no se discutió nunca se discutirá, y jamás se le podrá pedir perdón por los errores y desaciertos, porque se murió. Y ahí aparece la culpa.
Desapareció el adversario. Y en este caso, queda o la Mujer o la Madre -depende cada individu@-, y la Madre nunca es objeto de odio, ni aún en los peores casos, porque es la abogada, la que aboga. La Mujer, siempre es objeto de deseo.
Hay una posibilidad concreta para quienes no son ni fueron peronistas de amalgamarse, y expiar la culpa por lo que atacaron, lo que no apoyaron, lo que dijeron y lo que no dijeron. Y parece que la están tomando. Alguien tiene que frenar la angustia, y la oposición no parece contar con algún símbolo que opere como tal.
Angustia ante el futuro, el trabajo, el parar la olla, el tener asistencia médica y educación, llegar a fin de mes, darse pequeños gustos; las cosas básicas, nada demasiado complicado ni ambicioso.
Los meses por venir nos dirán si esto es así, o si mi visión es errada. Pero nos van a decir algo más importante aún: si esta presunción se vuelca en las urnas en forma de votos (mucho más allá de "ganar" o "perder", que no es el tema del que hablo), creo que nos estará diciendo también que algo ha cambiado en la sociedad.
Que, por fin, se puede hacer un mea culpa y reparar, teniendo en cuenta que la reparación sana, que las tendencias constructivas constituyen un método fundamental para hacer "reparación".
Y eso sería un formidable avance en la argentinidad, que cada vez que metió la pata y siguió los cantos de las sirenas, nunca expió su culpa y se la guardó adentro, carcomiéndole, enfermándole.
Esa parte de la sociedad que jamás criticó las dictaduras, que jamás dijo "a" sobre los Juicios de la Verdad, que jamás quiso tomar partido, que no habla ni bien ni mal de las Madres y de las Abuelas, pero las mira con desconfianza.
Esa parte que "ni un sí, ni un no".
11 comentarios:
Primero, hace un año quizas, se rompio el cono de silencio, los que defendian al gobierno,hartos de soportar pelotudeces empezamos a frenar a los jodidos y a hablar en voz alta
Ahora muchos estan reflexionando
Claro ,siguen los irredectiblemente necios, los imbeciles que defienden a quienes les dominan
Pero,en fin...
abrazos
Nando, de últimas se necesitan los necios.
Porque esos son los que hacen que no bajes nunca la guardia. Sin ellos y con el campo orégano... uno tiende a aflojarse, ¿no?
abrazos!
que decir almita de su postazo, que usté compañero entendió muy bien esto que decí anéstor de ofrecer la otra mejilla.
Es muy profunda su reflexión, como sabe hacerlo.
gracias por ser el disparador eh!
Gracias Manuel, el tema más importante será que sepan abrir las puertas para que esa gente que quiera entrar, entre. No a ocupar lugares, no a robarle la posición a nadie, a ayudar a construir con la simple presencia, nada más.
No todos tenemos carné, yo por ejemplo, no lo tengo.
Interesante análisis. En estas 72 horas ya escuché a mas de dos haciendo veloces (y culposas) gestiones para volver al mundo real. El discurso que me descerrajó un tachero (¡un tachero!) parecía guionado por Barone que no los votó, "pero ahora, si Cristina sigue así, los voy a votar".
Sí,yo noté eso también.Culpa y miedo.Desamparo.Y es inevitable la comparación con la figura del padre.Creo que el dramatismo de la hora,y por eso la revalorización de Cristina,es que ella representa la última trinchera,la última barrera y depués vuelve la Argentina "normal".Veo que mucha gente se despertó como de una larga borrachera,una narcosis y estan tomando tierra.
Otros no,les dura el odio y ahora encima es un odio inconcluso,Néstor los dejó con las ganas y es inevitable que canalicen ese odio contra Cristina.
Y son capaces de cualquier cosa,no hay que olvidarlo y estar alertas.Saludos.
Que post maravilloso, Almita.
Profundísimo.
Puede que vaya a ser como decís. Ojalá.
Me parecen acertadísimas las reflexiones que haces respecto al Padre y a la Madre. Es más fácil reconciliarse ahora con el Padre y acercarse así a la Madre.
Un abrazo.
Carpe Diem: ¿Viste? te ha sucedido lo mismo. A mí, con gente común y corriente e inesperada (el "vikingo", el almacenero del barrio). Aparte el "si sigue así" es como una excusa para no decir directamente "la voto". Digo, ¿qué haría Cristina? Ir a almorzar con Mirtha, o al living de Susana, o darle vuelta la cara a Chávez? "si sigue así", lindo San Roque San Roque que este perro no me toque...
Gringoviejo. tus palabras, eso, la última trinchera o la debacle. Los del odio, están, y hasta cierto punto, son útiles. Porque ponen más en situación de culpa y desamparo a los "ni si ni no". Mas estoy de acuerdo, alertas.
Ricardo: Gracias por tu elogio. Ojalá sea, ojalá.
Abrazos.
Espero poder tener tanto abanico de opciones cuando sea más grande, por ahora soy nada más una pendeja de 19 que todavía no sabe bien lo que quiere, pero de lo que está segura es de que no quiere quedarse estancada en una sola cosa... Saludos
A los pocos minutos de enterarse, una amiga -que no se declaraba K precisamente, tampoco gorila, sino "cauta"- me llamó porque tenía que hablar con alguien. La sensación era de miedo. Un agujero por el cual podía caerse todo.
Creo que hay muchos/as que están replanteándose muchas posturas "puristas", y otros/as indiferentes que están viendo que esto es algo profundo, un cambio en serio en la política.
Y ahi, tenemos que abrir, comprender, entusiasmar, contagiar de compromiso.
Un abrazo.
Tía, ese es un camino que se recorre con honestidad intelectual, y de la otra. Mirarse adentro, y ver qué cosas coinciden con uno, y cuales no.
Daniela: "abrir, comprender, entusiasmar, contagiar de compromiso". Así es, bien lo has dicho.
Abrazo a ambas
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