sábado, 27 de septiembre de 2008

Hoy es mi cumpleaños

Hoy es el aniversario del día en que nací.
Eso significa que debería ser un día grato para aquellos que sienten que mi existencia, tuvo algún significado positivo en su existencia.
No importan los festejos o los regalos; lo importante es que existan personas para las cuales, que yo haya nacido, que yo exista, sea un motivo de felicidad.
Los cumpleaños suelen desvirtuarse y convertirse en festejos pantagruélicos, perdiéndose el sentido real: si hay algo que se festeja ese día, es que esa persona haya nacido, que esa persona exista.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El entrecomillado con dedos y Capusotto

Viendo un video muy divertido de Capusotto ("Peter Capuosotto - Ministerio de Educación") ,
caí en la cuenta de lo mucho que me molestaba cuando me expresan cosas con el entrecomillado de dedos, cosa que conocí por primera vez en los '80s, a través de una compañera de la facultad que venía de vivir en EEUU, y cada cinco minutos hacía el gesto, innecesariamente.

Y me puse a investigar sobre ello.
El entrecomillado (en inglés "finger quotes" -cita de dedos-) tan usado hoy, reemplaza la carencia de voluntad para comunicar una idea o contenido. Es un paralenguaje empleado a falta o carencia de las palabras, o de estructura sintáctica, o de voluntad para designar o comunicar algo.
Es tan poco adecuado señalar con el dedo, como entrecomillar con los dedos algo dicho. Pero, casualmente, no es mal visto.
Es un gesto de los llamados "Gestos ilustrativos o ilustradores", que acompañan a la comunicación verbal para matizar o recalcar lo que se dice, para suplantar una palabra en una situación difícil, etc. Se utilizan intencionadamente, no son inconcientes.
Más el entrecomillado con dedos, tiene un problema accesorio. Primero, desvirtúa la metáfora, la convierte en algo que puede tener más de un significado posible para el receptor. Ejemplo: la frase LOS LAGOS DE TUS OJOS, si la vemos escrita, es indudable en cuanto a su metaforización. Nos dice que esos ojos, son como lagos, mansos, tranquilos. No hay posibilidad de confusión alguna. No más que eso. No podemos inferir más que eso. En cambio, oralmente expresada y con el entrecomillado de dedos, nos está diciendo que quien habla tiene algo que podría decir, pero opta por callarlo, opta no comunicarlo; o que no está seguro si el escucha entenderá la metáfora.
Hay algo en la interacción verbal que el emisor no quiere que se note o se sepa, pero a la vez quiere hacer saber que tiene posición tomada al respecto, pero que no está dispuesto a compartirla. Eleva la tensión de la comunicación, obligando al escucha a decodificar cada uno de los gestos efectuados, intentando engarzar todos para comprender la globalidad de lo expuesto. ¿Habrá querido decir que esos ojos son mansos? ¿habrá querido decir que esos ojos que parecen mansos, no lo son? ¿Qué habrá querido no-decirnos? Salvo que preguntemos, nunca lo sabremos. Y a veces, lo preguntaremos, y recibiremos por respuesta "es obvio".
Y se vuelve en una falla grave en la comunicación, más que nada en la parte de la comprensión de lo recibido.
Más allá de la supuesta falla en la comunicación que genera, resulta más interesante la cuestión cuando nos enteramos que quienes padecen
afasia, expresan más del 38% de sus ideas en lenguaje corporal.

Esto vá de la mano con el hecho que, quienes padecen afasia, suelen padecer de agrafía (también llamada "disgrafía") que es el deficit de la destreza en el escribir -haber escrito bien, y comenzar a escribir con errores ortográficos, sintácticos, semánticos, o con frases muy breves o de muy pobre conformación- . Un fuerte golpe en la cabeza de pequeño, basta para causar afasia.

La disgrafía, como la afasia, son tratables.

¿Hablaré con afásicos o simplemente con personas con graves problemas de comunicación? Interesante pregunta.

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