Un cadáver como el eje de la campaña electoral

El presunto asesinato de Osama bin Laden por los Estados Unidos y Paquistán me genera la presunción que el cuerpo de bin Laden se ha convertido en la parte más importante de la propaganda para la campaña de reelección de Obama. Y hablo del cuerpo, pues nadie puede afirmar que haya sido un asesinato o un fallecimiento, actual o sucedido en el pasado.

Uno puede o no creer en esto, lo que no quita que éste cadáver, será el eje de esta campaña electoral.
Según informes que no fueron hechos por los medios ni demasiado divulgados, Osama murió hace años por un colapso renal a raiz de heridas sufridas en las montañas de Tora Bora, Afghanistán (chequear Google, o más específicamente, esta noticia de la BBC). Se supone que los demócratas guardaron su muerte en secreto hasta que las elecciones se acercaran o resultara menester emplearla.
Supongamos que no estaba muerto, y lo mataron el 1ro. de Mayo.

La noticia de su asesinato por fuerzas paquistaníes y estadounidenses llega justo cuando EE.UU enfrenta dos cambios dramáticos en el frente doméstico.
La primera, es la elección presidencial 2012 que se espera será la más costosa en la historia de elecciones de ese país.
En esta elección, los demócratas intentarán convencer a la opinión pública estadounidense en cuanto a los resultados de "La guerra contra el terror", la retirada de tropas estadounidenses de Irak y Afghanistán y la reconstrucción de la frágil economía de los EE.UU., todo lo cual se supone les llevará a ganar la mayoría de votos.
La otra cuestión de peso para los demócratas, que tiene en este momento una importancia considerable (pero que hace unos meses no hubiera surtido el mismo efecto dado que el caos económico aún imperaba en el imperio), es el tema de la economía de los EE.UU. y preservar al dólar americano de la depreciación adicional en el mercado internacional.
Las noticias sobre la muerte de bin Laden rápidamente afectaron el valor del dólar. Tan pronto como se conoció la noticia, el precio del dólar aumentó en el mercado internacional.
El lunes, Barak Obama apareció en la televisión y sorprendentemente anunció la muerte de bin Laden.
Las fotos que se levantaron en Internet, mostraron que la muerte no era reciente y que había pasado algún tiempo desde el fallecimiento. Y que estaban visiblemente trabajadas con software adecuado. No hay videos, no hay más datos. Sólo los twitteros @ReallyVirtual y @m0hcin (que paradójicamente estaba a unos 110 kms.) hicieron un detalle pormenorizado, casi se puede decir, exageradamente pormenorizado.

La pregunta que rápidamente uno se formula, es por qué no habrían tratado los EE.UU de capturar a bin Laden vivo. Esto es fácilmente deducible: la cabeza de al Qaeda habría sido capaz, sin duda alguna y con los medios que cuentan las FFAA estadounidenses, de develar las actividades terroristas de al Qaeda en general (pasadas y futuras), las cuales podrían no haber dejado bien parado a EEUU.  Si bin Laden hubiera sido capturado vivo, podría haber nombrado a la mayor parte de los miembros de al Qaeda. No podía dejarse atrapar vivo, más allá que EEUU no quisiera atraparlo vivo. Esto, en el caso que efectivamente su muerte fuera reciente. Y así queda justificado el "no atraparlo vivo".

Durante los 20 pasados años, los medios internacionales pintaron una imagen ambigua y sospechosa de bin Laden, que es diferente de la que relatan los implicados en al Qaeda.
Bin Laden era capaz de usar el clima no democrático de los países árabes para alcanzar sus objetivos políticos y terroristas. Atrajo a jóvenes árabes que estaban hartos del insoportable ambiente político y social de sus países, y creó duros soldados que le obedecían ciegamente.
Sus ataques contra objetivos civiles y militares en los Estados Unidos demostraron que al Qaeda tenía miembros ocultos en todos los países del mundo dispuestos a tomar acciones bajo órdenes directas o indirectas de bin Laden. Imposible menospreciar su capacidad, su alcance y su acertividad.

Las misiones de EE.UU tendientes a detener las acciones de al Qaeda en Irak y Afghanistán fueron inútiles, más allá de los costos humanos y financieros que generaron las dos guerras. Y habiendo transcurrido casi diez años desde la invasión estadounidense de Afghanistán, aún no han podido generar estabilidad y seguridad en la nación.
Mientras tanto, y con las elecciones pisándole los talones, Obama parece que necesitaba alguna justificación para retirar las tropas de Irak y Afganistán.

La primera justificación consistiría en que Obama logre convencer a la gente que ha sido él quien eliminó a la cabeza de la organización terrorista más grande del mundo. Ha declarado que las operaciones de tropas estadounidenses en Irak y Afghanistán están "concluídas", y que retiraría las tropas de Irak hacia finales de 2011.

Otra cuestión es que puede usar la muerte de bin Laden como un instrumento de propaganda para el partido demócrata con vistas a las próximas elecciones.
Los demócratas, en este caso Obama, necesitan una ventaja para su campaña electoral y eso vendría de la mano de un proceso publicitario fuerte; parece que el cadáver de bin Laden era un óptimo anuncio de campaña.
La muerte de bin Laden no tiene mucha importancia para el resto del planeta, al margen que al Qaeda posee una estructura tal que la muerte de su líder no representa en modo alguno el colapso de la organización. Al Qaeda es, en algún sentido, "una forma de ser", dado que cualquiera puede realizar un atentado y atribuírselo a la organización.

Según se dice, Ayman al Zawahiri se ha anunciado el líder del grupo y ha pedido a sus compañeros que sigan sus órdenes.
Debido a su formación académica (es cirujano y fué el médico de bin Laden), y su experiencia con al Qaeda, Ayman al Zawahiri probablemente brinde a la organización otro cariz. Por lo tanto, parece que la noticia de la muerte de Bin Laden es funcional a los demócratas en general y a Obama en particular, además de su importancia militar, más nada implica en cuanto a debilitar a la organización.

Por otra parte, nadie con dos dedos de frente podría dar por hecho que las actividades de al Qaeda han finalizado con la muerte de bin Laden. Cabe esperar que la segunda generación de líderes de al Qaeda ha corregido los errores de la previa, y fundamentalmente, que no han tenido vínculos con gobiernos estadounidenses, como sí los tuvo bin Laden.

En estas circunstancias, el fallecimiento / muerte / asesinato actual -o en el pasado- de bin Laden, no deja de ser de importancia estratégica tan solo a los efectos de la campaña demócrata para las próximas elecciones en EEUU.

"La guerra contra el terror", es harina de otro costal, y siempre vino de la mano de intereses económicos.
Retirar las tropas de Irak y Afghanistán, es positivo y económicamente importante para el gobierno de EEUU, además de ser el pedido de bin Laden para dar tregua.
Que al Qaeda deje de hacer intervenciones, sólo depende de al Qaeda.

Con lo cual, para el resto del mundo, todo está igual que antes del momento en que Obama anunció que había muerto bin Laden.

Por otro lado, bin Laden siempre había ofrecido tregua en caso que se retiraran las tropas de Irak y Afghanistán. Si esto se produce efectivamente, Obama la habrá sacado fresca y barata, con el beneficio accesorio de su reelección. "A very good deal".
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No se puede dejar de mencionar la reacción de los "vecinos" de bin Laden, quienes se ríen en la cara de la supuesta operación de EEUU...  ni de los twitteros de los medios, que twittean todo lo contrario a lo que dicen los vecinos.
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Como decía un sepulturero amigo de mi familia "Yo no le deseo la muerte a nadie, pero que a mí no me falte trabajo".