Dejan hoy en la entrada del edificio estos volantes.
Para cargarme, en casa, me suben dos de ellos.
Me los pongo a mirar... y miro. Y cuando miro, me digo:
Ni yo con el paint, que soy una cuadrada, armo una foto tan asquerosamente armada e irreal.
El Colorado, no se sabe a quién mira.
El niño que le dá la mano al Colo, tampoco (parece que la única parte real es el niño + el Colo).
El hombre que está a la izquierda del Colo, o se ríe de la nuca del Colo, o no se sabe de qué se ríe (y estaría bueno preguntárselo).
El que está a la derecha, es como que sonríe a cámara, pero tiene una luz diferente al resto, como la chica que está detrás de él.
El señor de bigotes y camisa bordó, no se entiende qué mira.
El colmo de los colmos es el que está sobre la palabra "provincia", que parece enano pero no es enano.
Aflojen con la pavada... ¿no pueden pagarle a 10 extras y sacar una foto real, al menos?
Sí, sí.
(Foto más falsa que la risa de Riquelme en el comercial de papas Lays...)
3 comentarios:
Lo más cómico es q todos se ríen de cosas diferentes.
esa es la diferencia entre un militante y un extra
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compartí tus experiencias con Néstor. Queda tiempo
Mauri K: sí, sí, es así!!!
Eche: un militante, la verdad, no tiene la carcajada del de la izquierda, ponele, porque es conciente de la realidad. Las carcajadas son las que más resaltan la falsedad.
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