jueves, 26 de mayo de 2011

"Cosas que perdimos en el fuego", y hemos recuperado.

Hay una película, muy buena, que se llama "Things we lost in the fire" (2007, Susanne Bier -ex Dogma 95- en español, "Cosas que perdimos en el fuego").

En lo personal, todo lo que se ha hablado sobre el programa 6, 7, 8 y la presencia de Beatriz Sarlo, me refiere a ese título y a esa película.

El paralelo, es el siguiente:
una mujer que pierde a su marido, y recupera la amistad que éste tenía con un amigo de la infancia a quien ella odiaba porque era drogadicto.

En materia de debates, nosotros perdimos la discusión certera, útil e inteligente en el fuego. El fuego que hubo en nuestro país.
Los que somos más "viejitos", y rondamos o pasamos los 50's, tuvimos la oportunidad de vivirlos, de verlos, de hacernos la agenda para esperar tal debate, entre mengano y zutano, y salir con la panza llena y la mente activa.
La mayoría de los más jóvenes, no tuvieron esa oportunidad, que se perdió en el fuego. Una de las tantas cosas que se perdió en el fuego.
Se habla de ganadores o perdedores, de quien estuvo mejor o peor, de evitar que se levantara y se fuera.
Cosas impensables otrora, cuando nadie se levantaba y se iba como si estuviera en un programa de chimentos, o de Tinelli, o no sé cual porque no los veo, pese a que conozco (porque es imposible no enterarse, si mucha gente habla de ello) que sucede.
La gente se quedaba y defendía y fundamentaba su postura. Antes del 2000, ¿quién se levantó y se fué? nadie. Era impensable. Antes del fuego, claro.
¿Alguien hubiera hablado de acogotar al canciller Caputo o al senador Saadi en el debate de 1984 por el canal de Beagle? por favor, si Saadi calificó las opiniones de su contrincante como “cháchara”, y todos estabamos horrorizados...
Sé claramente que el tiempo pasa, y las normas sociales cambian, y se aggiornan, y mutan.

El paralelo se completa: somos una nación que perdió el hábito de la política, y lo estamos recuperando, y en esa recuperación, necesariamente tenemos que sanar viejas heridas, y poder dejar de odiar, o reemplazar el odio por el disenso.

Clarito: no propongo pasar a adorar a Sarlo, o perdonarle sus cruces de vereda, sus enrosques, su mirada altitva desde una torre de marfil.

Simplemente pienso que si tanto se habla, es porque Sarlo fué la primera que fué después de la época más álgida, y NO PASÓ NADA. Hay quienes quieren "inventar" que pasó algo. Que si ganó Mengano, que si Zutano la vapuleó, que si hay que matarla, no, debatir ideas no es eso. Es otra cosa.

En la película que cito, Benicio del Toro, el odiado antaño amigo adicto del marido, tiene sensaciones encontradas. Podemos ver su evolución. La situación lo supera, pero él intenta dominarla. Tiende el puente, y se arriesga. Está plagada su historia de idas y venidas. Y parte de cero.

Había una mujer que sabe argumentar, defender lo que ella quiere defender, y que sabe manejar su discurso.
Por la otra parte, había los habituales panelistas y dos invitados, a fuer de ser sincera, uno mucho más calificado que el otro para debatir con una persona que maneja el campo de las ideas con gran habilidad.

Se podrían escribir miles de caracteres sobre lo bueno o malo de Sarlo, o lo bueno o malo de panelistas e invitados, pero al menos a mí, no es el punto que me interesa. Tampoco me importa en este caso, lo que Sarlo no defiende, no explicita o no maneja.

A mí me interesa que se recuperó algo parecido a un debate de ideas. Algo parecido. Y no es poco, ni es despreciable.

Acá el debate estaba perdido, se había perdido en el fuego. Los jóvenes no alcanzaron a verlo jamás.


Un debate es una técnica, y hay gente experta en ello. Se exponen argumentos, no tiene por fin aportar solución alguna a un problema.
La condición de un debate, está basada precisamente en el punto de vista diferente que dos posiciones antagónicas tienen sobre un tema, un problema, o una circunstancia que se plantea.

Uno, desde el fuego para acá, está harto de ver discusiones, no debates. Gritos, pisarse la palabra el uno al otro, no escuchar, fundamental y primordialmente, NO ESCUCHAR.

Si no escucho, ¿cómo podría responder? en realidad, no escucho porque no me interesa escuchar el argumento del otro, con lo cual lo descalifico desde el vamos. Cuando "piso" la palabra del otro, lo descalifico ipso facto. Es así, pese a que la tv nos haya acostumbrado a otra cosa, ES ASÍ.

Es un monólogo, sea con interlocutores (como los monólogos de TN, donde los interlocutores están de adorno o a lo sumo, para hacer preguntas funcionales al argumento del invitado del día), o un monólogo como el que ví mantener a Giudici / Bullrich, donde cada una decía su cantinela, y la otra esperaba el valioso espacio del silencio para decir su propia cantinela.

No pasó nada grave en 6, 7, 8, no es jodido que haya ido Sarlo. Por el contrario, mucha gente pudo ver por primera vez que no es necesario salir al grito de "¡Hereje, hereje!" cuando alguien que piensa lo opuesto a nosotros habla. Se lo deja hablar, y se contraargumenta, y listo. No pasa nada.

El concepto es no tratar de imponer el punto de vista de uno, sino convencer argumentando, contra-argumentando, demostrando.
- Escuchar.
- Ser breve y concreto, no diseminar consignas. Las consignas son gritos de guerra dichos en voz normal, no son argumentos.
- No se puede subestimar al otro, pues en ese mismo instante, nos subestimamos a nosotros mismos. ¿Quién debate con quien no vale la pena debatir? un zonzo.
- No gritar, no se callan las ideas a los gritos. Se llama a la reflexión pensando, en armonía, no insultando ni apabullando como un pavo real.
- Toda crítica debe traer aparejada una propuesta. Criticar por criticar es infantil, es destructivo, y no propende a nada.

- Todo argumento a favor, es una prueba. Todo argumento en contra, es una objeción.  Con una prueba, intento demostrar la validez de lo que afirmo; con una objeción, se intenta demostrar el error del otro (por caso, la que le hizo Nora Veiras)
- Si es posible, arribar a alguna conclusión.


Hubiera sido feliz escuchar al término del programa "te esperamos cuando quieras venir, Beatriz". Pero no sucedió, y no pasa nada.

Porque esa hubiera sido una buena conclusión: "opinás diferente que yo, pero respeto y propendo tu derecho a expresarte".

Es feliz que haya sucedido, y se habla tanto porque es un espacio necesario que hay que intentar recuperar. Y no importa quién ganó o perdió, porque no es para eso.  Deberían existir más programas, de distinto nivel intelectivo, para distintas audiencias donde recuperemos el perdido hábito de escuchar un debate.
Quizás trajeran de la mano una nivelación hacia arriba que se ha perdido en el fuego, donde se ha impuesto la costumbre del monólogo (en los monopolios), la costumbre del insulto, del pararse e irse, de la falta de argumentos, de pruebas y de objeciones, en última instancia.

Socialmente, hemos podido recuperar (a los tropezones, pero se pudo) algo que habíamos perdido en el fuego.
Intentemos mantenerlo, que se multiplique, que crezca.
Es todo un logro, y para mí, así hay que valorarlo.


Que se multipliquen los programas de debate, y que participen unos y otros.

11 comentarios:

Yoquieroserparte dijo...

Quedan 5 días para que nos pasen material, les dejamos la página de www.facebook.com/yoquieroserparte
el documental de Néstor

Pibe Peronista dijo...

Y, sí. Salvo Forster, flojito, flojazo. Va a haber que reformular ahí, ese formato ya cumplió su ciclo (y algunos panelistas también). Saludos

Ikal Samoa dijo...

Más allá de las complicaciones que tuvieron los panelistas, lo que quedo claro es que Sarlo no puede discutir el concepto de poder, y que es faláz esa idea de la existencia de un progresismo antikirchnerista.
Un saludo,
Ikal

Anónimo dijo...

No se discutió de nada, se acusaron "vos fuiste, yo te vi, yo no era, vos no estabas", una pavada al gusto del elemental plantel de 678 que no es para estas cosas sino para despellejar a Bonelli.
Lo siento por Forster y Sarlo.
Mariotto... bueh, le faltó llevar el bombo para abortar cualquier amenaza de discusión.

Antonio (el Mayolero) dijo...

¡¡¡Debates televisivos eran los de antes!!! Cuando Sebreli se cruzaba con Jauretche, y lo trató de "curandero de la sociología" (Jauretche recien hadía publicado "El Medio Pelo") y Jauretche peló el "verijero" y lo corrió por todo el estudio...
(Verijero: pequeño cuchillo, generalmente con cabo y vaina de plata que el criollo lleva en el cinto generalmente con propósitos gastronómicos, pero que en ocasiones sirve para contestar argumentos de intelectuales soberbios que saben tanto de sociología argentina que no conocen la existencia del "verijero")

Almita dijo...

Pibe Peronista:
Quizás el tema pasa por sumar, no por restar, o cancelar. Mi sugerencia apunta a que existan más programas de este estilo, cada uno dirigido de x segmento.
Ikal: Intenté no ir a la discusión en sí y los tópicos que se tocaron, sino rescatar el "hecho", que para mí, es valioso.
K-Explícito: Aunque no se haya discutido de nada, se sentaron a la mesa. Eso ya, es válido. Concuerdo y lo sabés por twitter, que considero que el panel está para otras cosas, lo que no lo invalida. No invalida otras discusiones que han habido, ni tampoco que no todo programa tiene idéntico público. Lo que decís de Mariotto, lo adhiero en un 101%.
Antonio (el Mayolero): Mirá vos, te acordaste de un que yo no. Seguramente sería chica. Gracias

Saludos a todos, gracias por leerme.

Anónimo dijo...

Por suerte Forster lo contradice a Anibal Fernandez en cuanto a su opinón sobre Sarlo: "Sarlo argumentó desde sus convicciones, que yo no comparto, pero no creo que haya construido sobre el registro de la mentira".
Lo único que falta: matar al ambajador que vino con bandera de tregua.

Almita dijo...

Así es, K-Explícito.
Una vez leí un artículo de la mina, y le mandé un mail. Y me respondió. Como decirte... era una carilla y media de explicaciones. No adhiero a sus ideas u opiniones, pero me merece respeto. Mirá, aunque sea por pensar, me merece respeto.
Saludos.

Ricardo dijo...

Me quedo con el decálogo del debate y, respecto a Sarlo y 678, específicamente con éste: "- No se puede subestimar al otro, pues en ese mismo instante, nos subestimamos a nosotros mismos. ¿Quién debate con quien no vale la pena debatir? un zonzo".

Llegué tarde, pero bueh.
Un abrazo.

PD: ¿te respondió el mail? Mirá vos qué bien. Yo sólo me trencé con uno de Olé y con Birmajer, el escritor, cuando éste defendía al Internet Explorer hace muchos años (defensores de los monopolios hubieron siempre, je).

Anónimo dijo...

estimada
pase y lei
la verdad, yo tengo mas de 50, asi que si quiere discutimos de cosas inutiles, pero lo importante, esos debates son monologos, despues de Kennedy - Nixon, nada

de los 70s 80s, otro dia hablamos

saludos cordiales

Almita dijo...

Anónimo,
no tuve la oportunidad de ver Kennedy / Nixon, pero entiendo lo que quiere decir, y lo comparto bastante.
Saludos y gracias por opinar.

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