sábado, 25 de abril de 2015

Acoso sexual callejero: cual mujer no lo vivió.

Primero que nada es importante distinguir entre el acoso callejero, la violencia de género, la violación, el asesinato y cualquier otra cosa. Lo que escribiré solo refiere al acoso callejero. Los problemas que vivimos las mujeres son varios, pero hay que ir desbrozandolos de a uno. Todos juntos son una babel imposible.

¿A qué mujer no le pasó alguna vez en su vida? 

En general, les ha pasado a todas. Y no una vez, varias veces. Provinientes de extraños desconocidos, miradas lascivas, gestos con la lengua, tomarse los genitales, frases "te parto al medio / te rompo toda / qué lindo culo-tetas / vení y chupamela" entre las más recatadas. En el transporte público el habitual "roce de genitales" cuando no la "acabada en el hombro mientras de arriba te miran las tetas".  Pudo haberte pasado de niña (cuando empezaste a "tomar forma" de mujer), de adolescente o de vieja. No hay límites de edad ni de estado (a algunos los movilizan las embarazadas). Todas tenemos un relato al respecto, y no importa si somos gordas, flacas, feas, lindas, culonas, tetonas, rubias o morochas. 

Eso se llama acoso sexual callejero.

No sucede solo en Argentina. En algunos países sucede más que en otros, pero no es extraño en España, Francia, Colombia, Chile, Japón, todo Medio Oriente... No es "típico" de una cultura o de un país. Es típico del machismo. Por ejemplo en Francia, los que más descaradamente acosan, son los turistas de Medio Oriente, no sé si islámicos o no. Un niño de 8 años me acosó -me apretó un pecho- en un ascensor del hotel Adaggio cuando tenía 48 años. Me quejé en la conserjería, me dijeron "es la usanza de su país". Mirá vos.

Si el problema es el machismo, el problema no son los hombres.

El machismo es una actitud de prepotencia de algunos varones con respecto a las mujeres. Es una ideología: engloba actitudes, conductas, prácticas sociales, creencias y mitos que niegan a la mujer como sujeto. Es como una "cosa" inferior al hombre. Todo lo humano que no tenga pene o no haga uso de su pene (homosexuales) son seres inferiores. Se transmite de generación en generación, y es obligación familiar darle un corte. Se debe cortar el proceso de enculturación que trata de justificar y continuar el orden social existente. Accesoriamente, los institutos educativos, pero sin la acción de la familia, no es posible.
No todos los hombres son machistas. Y muchas mujeres son machistas. Por ende el problema es el machismo. Y como en todo, solo la educación modifica el pensamiento machista. Criar desde pequeños a varones y niñas (no distingo en esto, no corresponde) con el "un no es un no", "al otro se lo respeta, no hay justificativos",  "a las nenas no se les tiran besos", y ni hablar (todos entenderán) lo que se les permite ver en tv a los niños. No se puede construír nada sobre la ruina de un niño de 7 años viendo como irrespetan a una mujer en tv, todos los santos días. Vean esos programas cuando estén solos, o que sus hijos estén en otro lugar de la casa. No expresar frases desafortunadas delante de ellos: "Mengana es una puta, se lo tiene merecido". 

De eso, no se habla:  la naturalización del problema.

A todas las mujeres nos pasó, quizás se lo contamos a alguien allegado, o un familiar -a veces no a la pareja por las connotaciones que contarle algo así puede traer, otra vez el machismo...-. Pero como se da como un hecho natural en la vida de la mujer, nada pasa de la "palmoterapia" y un abrazo. NO ES NATURAL. Hay que desnaturalizarlo. No debería ser "la normalidad", hay que visibilizarlo, contarlo, hacerlo saber. Cuesta, no es fácil, una revive el momento y como deja marcas, afecta. Pero parece que un gran número de hombres desconoce esto.  Es violencia simbólica y física, y hay que reconocerla como tal.

La voz es la mejor arma

Un día tenés que decir "basta" y si es en el transporte público, hablar en voz bien alta y decir lo que te está pasando. Si es en la calle, gritá, pedí ayuda. Llamá al 911. Tocá un timbre. Entrá a un negocio. Cuando nos callamos y no hacemos nada, también somos cómplices. Víctimas y cómplices. Es muy triste. Las mujeres somos silenciadas en la calle. Si gritamos somos "las locas".
Desde chiquitas nos enseñan que es natural el acceso de los hombres a nuestro cuerpo. Lo cual es cierto, pero si conocemos a ese hombre y tenemos un vínculo (afectivo, preferentemente, y de igual a igual) con él. Ahora bien, los hombres de la calle que no conocemos, no deberían tener "libre acceso", pero de hecho algunos lo hacen. 
Hay que romper con el miedo. Hay que atreverse y si es necesario gritar "respetame", sean uno o cinco. Mirar al agresor a los ojos, cosa que cuesta porque existe un riesgo real y tangible, y exigir respeto. Si no rompemos con el miedo, tampoco podremos liberarnos de este problema.

Dejar de restarle importancia

Es grave que te rocen en el transporte, es grave que te toquen un pecho, la cola, que se masturben a tu vista, que te muestren el miembro, es GRAVE. Están haciendote algo que no pediste, que no querés y para lo cual no diste tu consentimiento. No es algo menor. ES GRAVE. 

Que acciones emprender

Que te diga "la calle es peligrosa, cuidate" no te alcanza, no te sirve. Pero también tu cotideaneidad es diferente a la mía, y por ende, lo que a mí me sirve puede que a vos no. Hay que identificar cual es la más conveniente para nuestro día a día, y aplicar esa. Algunas prácticas serán más fáciles y otras, más difíciles. Todo dependerá del entorno.
La voz es nuestra mejor arma. Exponer el problema, desnaturalizarlo, requerir el compromiso social de quienes están en el espacio inmediato tuyo. Superar el miedo y gritar si es necesario. Si estás en el micro, y te rozan o tocan, exponé a ese hombre. Alguien va a ayudarte.
Si es posible dadas las circunstancias, quejarse ante sus superiores laborales, su encargado. Si es un grupo de trabajadores, buscá gente y andá en grupo, exponelos. 
Y jamás dejar de comentarlo en el entorno. Hacelo público en tu trabajo, con tus amigos, con tus afectos. Tenemos que dejar de invisibilizar esa forma de agresión, esa responsabilidad es exclusivamente nuestra. 

A veces es autodefensa no hacer nada. No reaccionar. Por eso tenemos que ponderar en cada caso qué es lo que nos resulte más útil y menos dañino. Si alguien nos sujetó por la espalda, y no sabemos si tiene o no un arma, la decisión no es fácil. Aprender a RE-ACCIONAR ante una ACCION inesperada.
A veces una confrontación, sirve y es útil. Hay que ponderar el entorno. Plantarse y decirle claramente al que te agredió "Me faltaste el respeto, no te di permiso" o lo que te venga en ganas, te hace sentir que pudiste contra eso. 

No tengas miedo, no tengas verguenza, tené cuidado

Cualquier situación que te inspire desconfianza, evitala. Si no podés evitarla, llamá a alguien, dale aviso a alguna persona. Si te sentís más segura llevando una cadena en la cartera, o un aerosol, llevalos. No tengas verguenza de cruzar una vereda porque la persona que viene de frente te inspira algo negativo. Procurá no intoxicarte (bebida, sustancias, etc.) porque te exponés fácilmente.

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Si necesitás sacar afuera lo que te pasó, y eso te sirve, dejá tu comentario. Con un nombre o como anónimo, no importa. 
Empezar a sacarlo afuera y hacerlo visible es el comienzo. 
Reaccionar, es la respuesta para modificar conductas. 
Educar, es invertir en el futuro. 

Pero no pierdas de vista: el hombre, no es el enemigo. El machista, hombre o mujer, ese sí es el enemigo. 

viernes, 10 de abril de 2015

Carta abierta al Sr. Alfredo Leuco – 10 de abril 2015


Sr. Leuco:
Soy una ciudadana argentina de la cual no necesita el nombre. No le doy consejos a nadie que no los haya pedido previamente, siempre respetuosa de las individualidades.
Me dirijo a Ud. en relación a su carta abierta al Papa, cabeza visible de la Iglesia Católica (la que mayor cantidad de fieles tiene en el mundo), Obispo de Roma, delegado de Dios en la tierra y Jefe del Estado Vaticano.
No soy creyente pero respeto las prelaturas. Creo en el Papa y en los valores que predica. 
Me asombra y apabulla que Ud. considere tener el derecho de expresarle su disidencia. Desconozco si es megalomanía, ignorancia de cómo y quienes pueden dirigirse al Papa, o simplemente una patología psíquica, como cualquier mortal puede padecer. 
Jamás llamaría al Papa "Celeste y Blanco", pues reitero, respeto su condición de Delegado de Dios en la tierra.
A los efectos de la religión católica apostólica romana, Sr. Leuco, todos somos pecadores. Creo que debió leer el Catecismo Católico antes de redactar esa carta. Fue un craso error no hacerlo, dado que incurrió en severos errores conceptuales. 
Que Ud. pretenda digitarle la agenda al Papa, Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Jefe del Estado vaticano, es de mínima una falta de respeto absoluta. De máxima, una canallada. No es un atrevimiento. Es una osadía sin parangón.
El Papa, Sr. Leuco, tiene tan los pies sobre la tierra como usted o yo. No vive en una nube, ni en el cielo. Quizás algún grabado religioso lo haya confundido.
Siguiendo su hilo, los argentinos no somos "una torta" que se reparte en "porciones". Qué desafortunado su término "porción de argentinos". Feta de fiambre, porción de pizza. Una expresión infeliz y grotesca, nada apropiada para dirigirse al Papa.
Que Ud. le indique al Papa, Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Jefe del Estado vaticano, que "tiene el derecho" (como si Ud. pudiera otorgarselo o restarselo) confirma mis especulaciones sobre por qué Ud. cree que tiene el derecho de expresarle disidencia en cuanto a su agenda. Ud. no puede ni otorgarselo, ni quitarselo, Sr. Leuco.
No creo que al Papa le quite el sueño si Ud. es hipócrita o no lo es. Es más, seguro no se lo quita. Recibe, día a día, cartas de muchos delirantes del planeta, que se creen en condiciones de cuestionar sus decisiones. Las de él, el Papa, Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Jefe del Estado vaticano.
¿Faltar a su palabra? ¿Realmente Ud. considera que puede cuestionar la "falta a la palabra" del representante de Dios en la tierra? Sr. Leuco, considere la posibilidad de buscar ayuda profesional. 
No voy a hablar de sus referencias a la política, pues no es materia. Ud. se expresa, como cualquier ciudadano, libremente en cuestiones políticas. El tema aquí es a quién se ha dirigido, el modo en que lo ha hecho, y su falta de conocimientos mínimos para hacerlo. Para no hablar de la etiqueta.
Si voy a decirle que indicarle al Papa, Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Jefe del Estado vaticano, a quienes debería invitar o no invitar, es una falta de respeto que cualquier cristiano debería condenar severamente.
No descreo de sus intenciones, Sr. Leuco. Descreo de su capacidad de visualizar su lugar en el mundo, e inevitablemente, de su salud mental. 
En su referencia al decir que el Papa pidió que "hicieramos lío", le recuerdo que se lo dijo en Copacabana, a millones de jóvenes, en la Pastoral de la Juventud. Ni Ud. ni yo estamos comprendidos en esa franja etaria, mal que nos pese. Hemos pegado la curva de la vida ya.
Sr. Leuco, si visita Roma, le recomiendo vaya a la "Scala Santa", frente a la sede del Obispado de Roma, la catedral de San Juan de Letrán. No suba la escalera. Es solo para creyentes, y se sube de rodillas. Simplemente, parese atravesando la puerta y mirela. Es aquella escalera que Jesús subió de rodillas, y la que recuerda a todo católico la humildad. 
No creo que Dios lo perdone por la brutal osadía en la que ha incurrido.
Quizas el Papa, Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Jefe del Estado vaticano, lo perdone.
Lo saluda
@betalucecita -porque no tengo delirios de megalomanía, y puedo ser un ser anónimo y no se me caen los anillos por ello-

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