Si bien previamente existían blogs de "famosos/conocidos/políticos/influyentes políticos", de la mano del 6-7-8 Facebook, se llegó a una marcha de alta convocatoria, y de repente, en pocas semanas, se puede ver una casi desesperación por algunos "famosos/conocidos/políticos/influyentes políticos" que antes no daban dos mangos por las redes sociales o los blogs, y de repente, tienen necesidad de estar en ellos.
Si bien aparecieron después de la 125 y el conflicto con el campo, hoy llegan a los medios que ni los mencionaban antes, que encima, no comprenden del todo el origen y creen que se trata de una especie de campaña orquestada.
Es como si hubiera reventado un hormiguero. Para unos, un nuevo frente de ataque; para otros, un frente para defenderse, anque atacar.
Esta situación tiene dos variables obvias y evidentes; había quienes ni daban bola a las cosas que se escribían o decían por internet y de repente lo descubrieron, y otros que eran interneteros viejos, y encuentran un nuevo modo de, captando a los recién llegados, llegar a ellos.
Y un componente básico: si estas personas tuvieran otro canal / área / lugar unificador, tampoco hubieran llegado a internet.
Algo que no puede escaparse es que, al no poder estar o compartir cosas con otro con quien uno, al menos a grandes rasgos, está de acuerdo, esta vía se tornó la apropiada.
Es cuando no se puede negar que la bondad no radica en "lo útil que es Facebook" o "lo bueno que es bloggear", sino que uno sigue metido en su casa, sin contactar en carne y hueso y ver cara a cara a quien piensa similar a uno.
La pérdida del espacio común unificador aparece como la raíz de esta situación, y creo que de algún modo, en los moderados, el temor a embanderarse, en concurrir a equis local y comenzar a participar más allá de la palabra escrita.
En un posteo mío previo, "Cuidado con la nueva moda", este tema ya estaba mencionado, en el contexto de que había comenzado la vuelta del panqueque, y comenzaba a ser "vendible" mostrar a quienes son una mezcla de "terrorista internetero" (porque así lo ven, aunque esto es una payasada), y decir cosas que en los medios estandar, no se dicen.
Pero a no confundirse, es tan vendible como el traste de oro de no sé quién, o una botinera; digo, no deja de ser algo que hoy vende, pero no más que eso.
Me parece importante rescatarlo porque sino uno puede, erróneamente, comenzar a creer que se ha dado algún tipo de modificación o cambio cuando, en la realidad, es más de lo mismo.
Entonces, cuando caigan las visitas a los facebook, a los blogs, puede ser un error pensar que cayeron porque el tema no interesa.
Hoy vende x blog, hoy vende x facebook, y mañana no venderá más, porque es como viene dándose la agenda mediática: lo que esta semana es nota, la que viene, no.
Sería interesante ver cómo pasar a un estadío evolutivo más estable que el internetero, donde el nick y el anonimato propenden a la volatilidad de la presencia, y por ende, atentan contra la consecución.
De la articulación con la realidad tangible depende que el "fenómeno" deje de ser un fenómeno, y pase a ser un movimiento, algo con mayor estabilidad y compromiso.
Necesariamente, para lograrlo, tendrá que ser tibio, gradual y no embanderado.
Quien intente acobijar bajo su ala a toda esta gente embanderandola, está condenado al fracaso. Porque desde que internet es accesible a alguien más que los especialistas -digamos desde el año 2000-, quien intentó moverse de ese modo, falló. Websites o modos de comunicación internetera que se creían eran para siempre (El Sitio, Patagon, miles), duraron lo que un suspiro.
Un colectivo que pueda tolerar diferencias entre los integrantes, algún grado de sectarismo, algún grado de no pertenencia.
Un colectivo que pueda establecer un piso básico pero sin obligar a aceptar algo que no esté comprendido en esos "básicos".
Es en ese sentido que opino que lo más aséptico que se pueda mantener, mejor será para los resultados finales. Si comenzamos con el troskismo de "si vá mengano yo no voy", el proyecto está fallado de origen.
Orlando Barone comentaba algo al respecto en un progama de 6-7-8, y estoy muy de acuerdo con ello.
Ojalá todo este "fenómeno" logre desprenderse de carteles que hoy lo catalogan, y quedar como algo más neutral. Pues en ese instante, logrará cohesión por las premisas básicas compartidas, y no porque represente a Mengano o a Tal Programa o a Tal Blog.
Obvio, esto impide llevar agua para el molino propio.
Y será que, a veces, para que el agua llegue al molino de uno -siendo el molino de uno un molino que beneficiaría a muchos-, hay que tener paciencia y dejar que siga su curso natural, y no intentar apurarse, ni sacar rédito inmediato.
Cosa que a veces, falla.
Ojalá sea.
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