lunes, 22 de marzo de 2010

Noble Ciencia Ficción

Siempre me gustó la ciencia ficción. La dura, no la soft. Porque es implacable.
¿Y si resultara que resultase que alguien se niega a cotejar el adn de sus hijos adoptivos por el simple hecho que ya sabe de quienes son hijos, porque ya conoce el resultado, y tiene total comprensión de las implicancias?
¿Y si resultara que resultase que los familiares de esos "hijos" fueran personas conocidas, con una trayectoria fuerte en los derechos humanos?
¿Cuáles serían las consecuencias?
Porque, digo, no creo que una persona con mucho poder, que es empresaria en el campo de la investigación periodística, no sepa al día de hoy de quienes son esos hijos. La más básica lógica dice que debería saberlo. ¿Quién tendría más posibilidades que ella para acceder a información?
Pocos, la verdad.
Y comprendo que si bien son los hijos de alguienes, también es un hecho de la realidad que pueden ser hijos de alguien medianamente desconocido, o de alguien muy conocido. Entonces, las circunstancias no serían las mismas, ¿no?
Partiendo del punto que, en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) hay aproximadamente 400 muestras con las cuales cotejar datos, uno tendría que ser o muy paranoico, o estar totalmente seguro que el entrecruce de los datos, arrojará un resultado positivo.
Tanta reticencia tendría que tener un fundamento sólido.
Las implicancias de los resultados, casi son inimaginables.
Apuesto fuertemente a que sabe de quienes son hijos.
Lo único que me pregunto, es si se los ha dicho.

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