Personajes del siglo XXI

Voy cargando, a medida que se "presentan":
- El limpiavidrios del semàforo;
- El que maneja mientras habla por celu (y encima, si le toco bocina, se enoja);
- El piquetero;
- El piquetero trucho;
- El piquetero trucho y su familia trucha;
- El perro del piquetero trucho;
- El cuidacoches peruano;
- El cuidacoches de nacionalidad desconocida;
- El que pide la moneda para la birra;
- El tatuador incomprendido;
- El tatuado;
- El tatuado que no sabe porque se tatuó;
- El coreano del supercito y su mujer, la gritona;
- La gordita del supercito del coreano que le tiene paciencia y no entiendo porque;
- El travesti bien puesto;
- El travesti "trucho";
- El que no es gay pero le gustan los travestis (que lindo eso de pasarle el problema al otro, no? jejeje)
- La boliviana que vende especies;
- La hija de la boliviana que parece el Mercader de Venecia, de Shakespeare;
- Mi vecino, y sus dos perros insoportables, "Gomez" y "Pepe" (adoraba a los perros antes de conocer a esos especímenes)
- El remissero "apurado";
- El remissero "trucho" (con esa mirada paranoide que no se le sale);
- El proto pasajero de colectivo que no es pasajero porque no consiguió monedas;
- El pasajero que lo mira con aire de superioridad monedual;
- La boluda con la "Marcha Nupcial" de ringtone, puesta al taco;
- El enigmático dueño de pequeño cyber con sus olorosos y gritones pequeños clientes, en un pequeño local inundado de olor a excrencias corporales antiguas y piojos galopantes;
- El mouse con mocos del pequeño cyber;
- La silla del pequeño cyber, que al agarrarla para acercarme al escritorito, me permite tocar mocos solidificados del año pasado;
- La pantalla del monitor del pequeño cyber, que fue limpiada con una de muzzarella doble;
- El patova;
- El patova asesino;
- El gordo pelado que se disfraza de patova trucho para inspirar temor;
- La señora gorda que adora a Santo Biasatti (y se moja cuando lo vè);
- La señora gorda que adoraba a Santo Biasatti hasta que se puso de novio con una piba 20 años menor que él, y ahora, LO ODIA.
Otro día sigo.