domingo, 10 de agosto de 2008

La bocinita me tiene repodrida

Hace poco ví la película "Noise" , protagonizada por Tim Robbins.
Basada en el libro de David Owen, la historia es autobiográfica. Un hombre con stress auditivo, que decide ir contra los propietarios de autos con alarma que la dejan sonar alegremente.
A mí me ha tocado vivir en zonas céntricas en dos oportunidades; ahora, es una de ellas. Y realmente, adhiero totalmente al personaje, y ojalá tuviera su determinación a la hora de hacer callar las alarmas. Bean, el personaje, "embate" con un bate de beisbol contra todo auto cuya alarma suena a la noche sin que el dueño aparezca. Rompe los autos hasta llegar a la central eléctrica, y allí, las desconecta.
Jamás entenderé al descastado social que activa la alarma de su auto cuando vá al cine, totalmente a sabiendas que dentro del cine no ha de escuchar la alarma. Porque ese es el acto de egoísmo extremo, que se podría resumir así:
"Yo no he de estar en el lugar, ni he de escucharla, pero vos flaco que pasas por la vereda, vos que vivís enfrente, dejá de hacer lo que estás haciendo, andá al balcón, morite de frío, y si ves que alguien me está robando el auto, OCUPATE DEL ASUNTO, dale, fierita? llamá a la policía, dalé, haceme pata"
Ni lo he hecho, ni lo haré, pero las ganas que me entran de bajar con un tenedor filoso y dejarle el auto a rayas, son realmente potentes.
Padezco de stress auditivo, y considero que uno de los peores agravios en ese rubro en este momento, son las alarmas sin dueño en la proximidad, y el bocinazo- puteada.

El bocinazo-puteada es otro ítem, muy extendido. Se vé que el generador (de ahora en más, "el bocinador") cree que la bocina es una especie de puteada sonora sin palabra, que supuestamente le resultaría útil para:
- hacer que el de adelante se mueva a la velocidad o del modo que él pretende;
- hacerle entender al de adelante o del costado que la maniobra que hizo es inapropiada;
- hacerle saber a un transeúnte que pese a que la ley vial diga lo contrario, NO TIENE PRIORIDAD;
- hacerle saber al de adelante que el semáforo hace 123 milisegundos está en verde y debe mover su auto;
- expresarse porque tiene bronquita por algo (deportivo, personal, laboral, económico, vaya uno a saber qué).

Yo podría comprender al bocinador si simplemente hiciera un "oink" cortito. Una expresioncita, digamos. No, no, no. El tipo/a se pega al resorte hasta que le dan las fuerzas de sus pobres y poco trabajados bíceps, nefregándose totalmente en el vecindario, los transeúntes, EL RESTO DE LA HUMANIDAD, para sintetizar.

Es como un simio gritando en la sabana africana, pero no grita, sino mediatiza el grito a través de la bocina.

Como yo soy de las personas que ante esos hechos suelo poner freno de mano, y bajarme del auto a fin de preguntarle al de atrás "que quiere decirme con ese sonido", puedo afirmar lo siguiente:
Si uno está delante, pone freno de mano, desciende de su vehículo y se arrima al de atrás, el de atrás, aunque tenga el aspecto físico de Boogie el Aceitoso, cierra automáticamente el vidrio y hace muecas como si hablara pero algo que, obviamente, yo no escucho, pues el vidrio está cerrado. O sea, parece un pingüino haciendo gestos ante el vidrio de un acuario.
Entonces la bocina se convierte en un grito mediatizado, que al uno dar la posibilidad de que sea un grito real, se convierte en un grito apagado.
He concluído que vendría a ser una forma de histeria automovilística; quiero gritar pero no quiero gritar pero quiero que te enteres que querría gritar.


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